martes, 23 de julio de 2013

Cómo fomentar el autocontrol de la conducta impulsiva en el las aulas a través de la técnica de la tortuga


Tener autocontrol de nuestras emociones no siempre es fácil, y mucho menos cuando aún no hemos desarrollado toda nuestra personalidad adulta. Hasta el momento las técnicas más usadas para educar este autocontrol, estaban basadas en el uso sistematizado de premios y castigos , así de esta manera el niño con un estímulo externo, aprende un aspecto interno como es el autocontrol. Este tipo de aprendizaje tiene como objetivo, enseñar a expresar y ejecutar sus necesidades de una forma apropiada.  Es un planteamiento de enseñanza del niño cuyo  fin es  que aprenda a controlar sus propias conductas disruptivas con ligera ayuda externa.
En el aula de educación infantil es normal tener niños que en muchas ocasiones presentas conductas no apropiadas.  Y no siempre debemos aplicar la técnica del castigo. Existen otras técnicas en las que a través del juego podemos enseñar a los niños a controlar sus emociones más negativas. Una de esas técnicas es la de la Tortuga.
El aprendizaje con esta técnica se realiza en varios pasos:
En un principio se explica a los niños un cuento sobre una tortuga que se enfadaba con facilidad y que cuando lo hacía se metía en su caparazón por que no quería ser amiga de nadie hasta que entendía que los problemas debía solucionarlos tranquilizándose y dialogando con otras tortugas amigas.
A partir de este cuento se les plantea el juego de la Tortuga, según el cual cuando un alumno este entrando en una situación o circunstancia que puede llevarle a alterarse, el profesor dirá su nombre junto con  la palabra tortuga, y ellos deberán reaccionar como la tortuga del cuento. Tendrán que cerrar los ojos y “replegarse en su caparazón” como la tortuga del cuento.
Una vez que toma conciencia de ello, el niño comienza un proceso de relajación, previamente enseñado. El niño a través de la relajación puede reducir su nivel de ansiedad y sus respuestas.
Por último, una vez que se ha relajado, se le enseña al niño a utilizar técnicas de solución de problemas para evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le ha llevado a hacer la tortuga.
Basicamente, lo que pretendemos a través de este juego es intentar hacer consciente al niño de lo que le ha llevado a la situación de pérdida de su autocontrol, y cómo una vez relajado, podemos buscar soluciones al posible problema.

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