Tener
autocontrol de nuestras emociones no siempre es fácil, y mucho menos
cuando aún no hemos desarrollado toda nuestra personalidad adulta. Hasta
el momento las técnicas más usadas para educar este autocontrol,
estaban basadas en el uso sistematizado de premios y castigos , así de
esta manera el niño con un estímulo externo, aprende un aspecto interno
como es el autocontrol. Este tipo de
aprendizaje tiene como objetivo, enseñar a expresar y ejecutar sus
necesidades de una forma apropiada. Es un planteamiento de enseñanza
del niño cuyo fin es que aprenda a controlar sus propias conductas
disruptivas con ligera ayuda externa.
En el aula de educación infantil es
normal tener niños que en muchas ocasiones presentas conductas no
apropiadas. Y no siempre debemos aplicar la técnica del castigo.
Existen otras técnicas en las que a través del juego podemos enseñar a
los niños a controlar sus emociones más negativas. Una de esas técnicas
es la de la Tortuga.
El aprendizaje con esta técnica se realiza en varios pasos:
En un principio se explica a los niños
un cuento sobre una tortuga que se enfadaba con facilidad y que cuando
lo hacía se metía en su caparazón por que no quería ser amiga de nadie
hasta que entendía que los problemas debía solucionarlos
tranquilizándose y dialogando con otras tortugas amigas.
A partir de este cuento se les plantea
el juego de la Tortuga, según el cual cuando un alumno este entrando en
una situación o circunstancia que puede llevarle a alterarse, el
profesor dirá su nombre junto con la palabra tortuga, y ellos deberán
reaccionar como la tortuga del cuento. Tendrán que cerrar los ojos y
“replegarse en su caparazón” como la tortuga del cuento.
Una vez que toma conciencia de ello, el
niño comienza un proceso de relajación, previamente enseñado. El niño a
través de la relajación puede reducir su nivel de ansiedad y sus
respuestas.
Por último, una vez que se ha relajado,
se le enseña al niño a utilizar técnicas de solución de problemas para
evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le ha
llevado a hacer la tortuga.
Basicamente, lo que pretendemos a través
de este juego es intentar hacer consciente al niño de lo que le ha
llevado a la situación de pérdida de su autocontrol, y cómo una vez
relajado, podemos buscar soluciones al posible problema.
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